Bocas de Ceniza es el punto donde el río Magdalena desemboca en el Mar Caribe. Hoy, el río desemboca en el mar a través de un canal artificial construido en la década de 1930. En este maravilloso lugar se pueden apreciar tres ecosistemas desde un mismo lugar: playa, río y manglar. Durante los últimos 10 años, este sector de la región ha sido gravemente afectado por la contaminación y diversos desechos tóxicos arrojados al río. Por esto, vimos la necesidad de educar a la población de conservar este importante ecosistema, hogar de 146 especies de aves. De ahí, nace nuestra iniciativa llamada Guardianes de Boca de Cenizas, que fue apoyada por el Ocean Solutions Microgrants. Nuestro objetivo fue fortalecer las capacidades locales de los jóvenes y niños a través de una metodología innovadora y participativa para aumentar su potencial de liderazgo para la sostenibilidad y defensa de los ríos y océanos. Con esta iniciativa 9 niños y niñas fueron beneficiados para formarse y empoderarse en el conocimiento de su territorio. Los guardianes recibieron un entrenamiento híbrido con charlas virtuales y talleres presenciales abordando temas como la biodiversidad, residuos sólidos, ODS, ecosistemas locales y liderazgo. También participaron en una jornada de limpieza en la playa local. Actualmente, estamos organizando una actividad más con nuestros guardianes. El objetivo de esta actividad es que los 9 guardianes conecten con otros niños de la ciudad a que se sumen a la acción climática y la defensa de los ecosistemas locales. Recientemente, nuestra iniciativa está entre los 500 proyectos de sostenibilidad ambiental de los Premios Latinoamérica Verde y está entre las 20 mejores iniciativas en la subcategoría de educación.